Almerienses pide esclarecer el uso de la “Noria fantasma”
En palabras de Juanjo Cano, presidente de Almerienses. “El ex alcalde Ramón nos colocó” al final de la Rambla, antes de escapar del Ayuntamiento para irse a Sevilla, la citada noria. Quisieron hacer de Almería una “city” como Londres, Paris, Las Vegas, Yokohama o Singapur, donde existe este tipo de atracción, como elemento singular. Pero como es habitual en este equipo de gobierno, se ha empezado la casa por el tejado.”
En enero de este año el Ayuntamiento hizo público, desde la Concejalía de Cultura, que había un expediente para la autorización de uso especial, para otorgarle un emplazamiento permanente durante 2 años, prorrogable a otros 2 años más, donde se fijaba precio máximo de entrada y horario de uso.
Dado este marco contractual tras su licitación, desde Almerienses reclaman que se tiene que realizar un control exhaustivo del uso que esa empresa le está dando a esa infraestructura.
Desde el partido político, indican que hay que cuestionarse si existe demanda suficiente para mantener esta atracción en pleno paso final de nuestra rambla. “¿Cuántas veces a la semana entra en funcionamiento esa Noria? ¿Qué usuarios tiene? ¿Se ha valorado el impacto paisajístico o panorámico que supone mantenerla permanentemente en pleno centro?”, se preguntan. En varias visitas que han hecho al entorno, desde Almerienses han visto que habitualmente, por no decir casi siempre, está vacía, cerrada, apagada, triste… Y lo más preocupante, rodeada de otros elementos, grupo electrógeno, casetas, vallas y demás complementos, que mantienen una imagen de abandono inaceptable en pleno centro de la capital.En términos de la movilidad peatonal, es un despropósito mantener todos esos elementos que impiden el tránsito de
viandantes, en un sitio privilegiado de la ciudad.
Desde la formación política también están preocupados y sensibilizados por las quejas vecinales, que ya tuvieron un primer impacto a los pocos días de iniciar la actividad, teniendo que ser modificadas las góndolas con pantallas para mantener la privacidad de las viviendas más cercanas.
Como reflexión final, Juanjo Cano indica. “Si su uso es infrecuente, si ocasiona molestias al tránsito peatonal, la visibilidad del entorno ha sido perjudicada, los vecinos de la zona no están cómodos en su propia casa. ¿Es suficiente el beneficio que obtienen los almerienses con el canon que cobra el Ayuntamiento a la empresa? ¿Necesitamos esa noria para conseguir una postal bonita de Almería? Desde Almerienses, ambas cosas las ponemos en duda.”